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Grítame, fuerte. Muy fuerte. Grítame todo lo que no quiero oír: todos mis defectos, las cosas que no soportas de mí. Salta al vacío, mójate, dime cómo son las cosas para ti.
Échame en cara todas las veces que igual te hice sentir mal, que te decepcioné, que te hice pensar eso de que "creí que era diferente". Enfádate conmigo. Dime todo eso que la gente no le dice a los demás, dime lo que verdaderamente piensas de mí (ya van siendo horas).
Pero después de eso, hazme un favor. Sólo uno... Dime que me quisiste, que en algún tiempo o lugar, lo has hecho.
Na.
Lo más lejos... A tu lado.