miércoles, 28 de agosto de 2013

Y aún lo dudas.

A día de hoy sigo siendo tan imbécil que te sigo escribiendo, aunque nunca lo vayas a leer. Me sigo preguntando qué pasó para que esto saliese tan mal, quizás estaba predestinado. 
A día de hoy te repito, ¿que si me importabas? Claro que sí, eras la persona que más me importaba en el mundo. Pero las cosas cambian, nosotros cambiamos. No puedo seguir dando el máximo sabiendo que al final, no obtendré nada. Yo no quería, no quería dejar de quererte ni de sentirlo todo por ti, por muy cursi que suene. Pero ya no podía... Ya era muy tarde. 
Ahora es cuando me sincero y cuento que cada vez que me hablabas, esa emoción de los primeros días, se me iba ya. Esas estúpidas sonrisas que me salían por momentos, se hacían menos frecuentes hasta desaparecer. O no, quizás no. Pero hice que se fuesen borrando. Todo sentimiento, todo.
El amor o vete tú a saber qué que te tenía se fue yendo con cada lágrima que me hacías derramar, con cada palabra de desprecio que me decías. Con creer que yo sin ti no podía vivir, ¿perdona? más quisieras, amigo.
Esas cosas tuyas que tanto me jodían. Supongo que lo mejor fue cagarla y pirarse.
¿Y ahora tienes la cara de venir y decirme que he cambiado mucho después de todo lo que pasó? Tuve que sentarme a ver cómo te enamorabas de alguien más. Dime si tú no cambiarías después de eso.

Lamentablemente he de decirte que no hay restos de ningún sentimiento hacia ti, ya no. Ni amor, ni odio, nada. Porque para mí, ya no existes.


Na.
Lo más lejos... A tu lado.

sábado, 24 de agosto de 2013

Los años siguen pasando, sin piedad.

FELICES DIECIOCHO, PRINCESOTA.
Hoy me he despertado (relativamente tarde... Hay que decirlo) y he pensado "Joder, hoy es 24 de Agosto, hoy cumple mi rubia preciosa".Cerré los ojos y los volví a abrir para comenzar el día con un por qué, sí, ¿por qué cojones no puedo estar a su lado? Distancia. Esa palabra que tan presente está en nuestro vocabulario diario.
Que a pesar de que no podré ir corriendo a despertarte con un "Buenos días, dormilona. Despierta ya porque es tu día", saltar encima tuya en la cama y besarte cual abuelita de labios de un rojo pasión que deja marca, me tendré que conformar con enviarte mil y un WA's y escribirte esto.
A pesar de que no podré estar contigo todo el día, agobiándote, sacándote miles de fotos, ayudarte a abrir los regalos, soplar las velas contigo (o por ti) o incluso mancharte la nariz de tarta, estaré contigo en todo momento. Sí, a 1050,7 putos kilómetros.
Que igual tenemos que esperar demasiado tiempo para poder vernos cara a cara, pero oye, yo no tengo prisa. Todo lo que tenga que llegar, llegará.
Sé que valdrá la pena cruzar media España para ver a la niña más mona que hay y que me costará un mundo tener que volver a cruzar todo para irme a casa.
Pero bien, solo quería recordarte que...
Sé que sonará al tópico que todo el mundo usa sin ser ni medio cierto, pero que te debo todo y más.
Cuando estés por caer, ahí estaré yo para sujetarte, cuando nadie quiera decirte la verdad yo te seré sincera, lo sabes. Que siempre podrás contar conmigo, igual que yo contigo.
Quiero aprender de ti, de tus filosofías, de tus putas verdades.
Juntas nos hemos dado cuenta de que la vida está para reírte de ella y no con ella, que si te da la espalda, vas y le tocas el culo y que si la miras sonriendo, ella también te sonreirá. ¿Llorar? Llorar solo sirve si es de la risa y de que o jodes, o te joden.
Nunca hay que decir siempre y que tampoco nunca puedes decir nunca, ¿recuerdas? Que lo que nos hace realmente grandes son los pequeños detalles de cada día.
Nos dimos cuenta de que no todos los amigos son de verdad y por desgracia... Siempre lo aprendimos por las malas. Que sabemos que dos de cada tres, son falsas amistades.
No sé qué decirte, porque lo sabes todo. Todo y más.
Es cierto que tuvimos, tenemos y tendremos de esas "rachas" nuestras, pero que me has llegado muy adentro y que, sabes que no te irás tan fácilmente.
Digamos que no quiero separarme de ti, no sé si ya lo sabías, pero yo te lo recuerdo. Que te quiero, que me importas y que esto va para largo.
Gracias.
Gracias por todo. Sí. ¿Cómo que qué todo? Eres idiota. Gracias por estar ahí siempre, por alegrar esos días de bajón, por subirme la autoestima hasta romper los límites. Por no haberme fallado desde el principio, por recargarme la adrenalina... Que oye, ese 5 de Septiembre me salvó la vida, ¿te acuerdas? Vaya forma más rara de empezar a hablar, una tarde de aburrimiento máxima. Qué jrasioso todo.
Todo esto se me queda corto, pero que no sé qué más decirte, no sé.
Supongo que un "Feliz cumpleaños, dieciochoañera". Y que cumplas muchos más.
Te quiero mucho, Daf.

Lo más lejos... A tu lado.
Na.

miércoles, 21 de agosto de 2013

En ti sólo queda el recuerdo de esa explosión que te salvó la vida.

Déjame decirte que después de él, nada te sabrá igual. Marcó el antes y el después de una vida caótica, aportando la luz que necesitabas y luego, te dejó a oscuras en una habitación llena de locos. Él fue tu Big Bang, tu Diluvio Universal, tus octavillas, tu Primera Guerra Mundial. Él te llevó al límite, te hizo tocar el cielo, te hizo estremecer. Dejó marca y, ¿crees que lo recordará?
Lo tenías todo, todo lo necesario para levantarte cada mañana con unas ganas locas de comerte el mundo. Ahora es el mundo el que te come a ti, a bocados enormes.
No hace falta que me digas lo asqueroso, horrible e incluso odioso que es verlo ahí, en el mismo lugar de siempre, sin poder decirle que le quieres, de no poder preguntarle qué tal está y cómo ha ido el entrenamiento tan largo de esa tarde, de decirle que no se hunda porque tú vas a estar ahí por él... Porque el muy cabrón, sabe que si te dice: "Ven", tú vas y lo dejas todo. Ni te lo piensas.

Porque nadie se levanta queriendo a alguien y deja de quererlo a los 20 minutos.


lunes, 12 de agosto de 2013

Un giro inesperado, algo que de verdad me sorprenda.

Quería un pequeño cambio. Necesitaba salir de la rutina... Aunque solo fuesen un par de días, da igual. Necesitaba irme de este lugar, poder perderme por infinidad de calles que nunca he pisado y ver gente y gente pasar, con sus prisas, su monotonía. Necesitaba por fin tener esa sensación de no ser nadie, pero no como siempre, sino el pasar desapercibida. Sin esperar encontrarme con algún conocido y tener que agachar la cabeza.
 Pero siempre hay algo que te hace recordar, algo que hace que no consigas desconectar del todo. Sinceramente, no sé cómo es eso de "desconectar de todo y todos". Quizás es uno de los miles de defectos que tengo.
Estoy cansada de ser la que siempre acaba perdiendo, la que finge su sonrisa a más no poder. Todos creen que me importa una mierda todo y estoy segura de que soy la que más se preocupa... Que tenía razón mi querida abuela cuando me decía "Te da pena hasta la flor que pisas al correr campo a través".
Soy la que aparenta ser fuerte y que todos los días acaba rompiéndose por dentro, la que parece no tener nunca problemas ni preocupaciones. Qué gran mentira.
Aquella que se muerde el labio y contiene las lágrimas hasta que has colgado el teléfono después de decir: "Eh, tranquilos, que yo estoy bien", esa soy. No lloro para "intentar dar pena", lloro porque soy gilipollas y estoy dispuesta a salvar el culo de alguien que seguramente, no salvaría el mío. Me doy cuenta de las cosas demasiado tarde y así me va.
Un pequeño cambio, un giro inesperado, algo que merezca la pena recordar después de esta mierda de días.

Realmente, estoy esperando a alguien que de verdad le importe y me suelte un puto: "No, no lo estás y estoy dispuesto a reventar cabezas por verte sonreír otra vez".