jueves, 4 de julio de 2013

Es cuestión de orgullo.

Aún así, sentía su voz en todos lados y tenía el presentimiento de que estaba a tan solo unos metros de distancia, en ese momento, comprendí que sólo eran recuerdos y memorias de esos tiempos que no volverán jamás. O sí. ¿Y si...?

Fue inesperado. Él llegó en el momento equivocado, cuando nadie lo esperaba, cuando todos lo habíamos olvidado. O por lo menos, lo intentábamos con insistencia.
-¿Quién eres? -Dije. -Tu forma de hablar, de vestir, tu comportamiento... En todo has cambiado, no eres el mismo. Pero sigues siendo un problema. Como aquella vez, como la primera vez que te conocí. Tu mirada maliciosa, eso es lo único que no puedes ocultar.
+¿Qué dices?
-Que tu mirada te delata, amigo, ¿estás fingiendo? ¿Quieres volver a pintar mil maravillas?
+Pues si te digo la verd...
-No,querido, cállate. Ya puedes volver al lugar de donde has venido. No te quiero aquí. No quiero volver a verte más. Siempre creí que eres un puto bala perdida.



Na.
Lo más lejos... A tu lado.

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