El problema empieza cuando las palabras no fluyen naturalmente, mi vocabulario es limitado y mis sentimientos no consiguen sintonizarse con mi mente.
Entonces, me siento presa. No me veo capaz de sacar todo lo que llevo aquí dentro. Todo en mi razón se descontrola, causando un lío descomunal e irremediable.
Todo parece volverse contra mí, incluso las cosas más livianas.
Na.
Lo más lejos... A tu lado.
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